La sobresaturación digital: la importancia de saber desconectar en vacaciones
La sobresaturación digital: Disminuir el número de horas diarias de conexión a Internet ayudará a disfrutar del momento presente y realizar otras actividades beneficiosas para la salud
· Los adolescentes son más tendentes a padecer sintomatología ansioso-depresiva por el abuso en el consumo de las redes sociales, así como por la sobreexposición en ellas
Los españoles pasan una media de 5 horas y 41 minutos al día conectados a Internet y son 29 millones de personas las que tienen y utilizan asiduamente las redes sociales, a las que se conectan una media de casi 2 horas al día, según el último informe Digital en 2020, elaborado por Hootsuite y We Are Social.
Si tenemos en cuenta que, como consecuencia de la crisis del coronavirus, el teletrabajo ha crecido exponencialmente en nuestro país y los límites entre la actividad laboral y familiar se han vuelto más difusos, es lógico que un 8% de los españoles haya declarado en el ‘Estudio Sanitas sobre Bienestar Emocional durante el Confinamiento’ que cree que necesitará ayuda psicológica para recuperarse de las consecuencias de la pandemia provocada por la Covid-19.
Ante ello, Andrés Córdoba, psicólogo de Blua de Sanitas, señala la necesidad de aprovechar las vacaciones de verano para desconectar de Internet y reducir las horas de conexión tanto si son por trabajo como por ocio. “La sobresaturación digital puede llegar a ser un problema si no ponemos límites a cómo y para qué se usa Internet. En un contexto en el que las nuevas tecnologías nos permiten hacer cada día más cosas a través de los dispositivos móviles, las aplicaciones o las redes sociales, hay que conocer también cuáles son los riesgos de no saber desconectar o de hacerlo todo virtualmente”, explica.
En ese sentido, Andrés Córdoba recuerda que el tiempo que dedicamos a Internet va en detrimento de otras actividades de ocio y socialización que tienen múltiples beneficios para la salud física y mental del individuo. De hecho, el abuso de la tecnología es, en ocasiones, la antesala de una posible adicción si la persona que la utiliza tiene ciertas carencias afectivas y/o emocionales, o si presenta factores biopsicosociales relacionados con los comportamientos adictivos, cuyo fin último es obtener una satisfacción inmediata.
Para no llegar a esos extremos, hay pautas y consejos que los expertos recomiendan seguir y que favorecerán el uso responsable de las tecnologías durante las vacaciones para que seamos nosotros quienes las controlemos a ellas, y no al revés:
– Ponte un horario de conexión y respétalo: tanto si tienes que consultar el correo electrónico del trabajo como si lo que quieres es revisar las redes sociales, intentar hacerlo a una hora determinada que tenga un principio y un final. Puede ser al empezar o terminar el día, lo importante es que te marques un horario y, salvo urgencias, lo respetes.
– Focalízate en el presente: vivir hiperconectados nos aleja del aquí y del ahora, así que aprovecha el verano para disfrutar y valorar las pequeñas cosas de tu alrededor. Ciertas disciplinas deportivas como el yoga o el tai chi cada vez tienen más adeptos porque ayudar a meditar y reducen el estrés y la ansiedad, a la vez que mejoran la flexibilidad del cuerpo y el equilibrio de la mente.
– Realiza actividades placenteras: no te conformes con ver en las redes sociales lo que hacen los demás, apuesta por tomar la iniciativa y hacer todo aquello que no puedes durante el resto del año y para lo que ahora tienes tiempo. Disfruta de tu tiempo libre y date ciertos placeres, ya sean culinarios, de relajación, de ocio…
– Fomenta las relaciones interpersonales: hablar por whatsapp o videollamadas está genial, pero mejor aún si quedas con esa persona a la que hace tiempo que no ves u organizas una quedada familiar o con amigos. Recuerda mantener la distancia física que garantice que esta reunión es totalmente segura.
Para el psicólogo de Sanitas, este tipo de consejos son aplicables a todas las edades, aunque debemos poner especial atención a los jóvenes, que son los que se encuentran en mayor riesgo de desarrollar una posible adicción a la tecnología. Según el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP), los adolescentes que dedican más de dos horas al día en redes sociales tienen más tendencia a padecer sintomatología ansioso-depresiva, trastorno dismórfico corporal, TCA, rasgos de personalidad narcisista, histriónica y esquizoide, acoso escolar y/o laboral y otros problemas emocionales ligados a autolesiones.
Ante ello, se sea millennial o no, es importante trabajar la autoestima y no depender únicamente del refuerzo externo, provenga este del entorno familiar, del laboral o de desconocidos.