ENTREVISTA A AYA
Vemos que el título del disco, “Doce canciones de amor y una sociedad desesperada”, hace referencia a Pablo Neruda ¿Por qué has elegido a este poeta?
-Realmente no elegí al poeta chileno para darle nombre al álbum, “veinte poemas de amor y una canción desesperada” es una célebre obra que me gustó mucho cuando la leí en mi adolescencia pero en este caso solo hice un guiño a su título para adaptarlo al sentido que quería darle al disco. Me pareció que al darle la vuelta y alterar un poco ese título tan conocido respondía a la perfección todo aquello que he querido decir en las canciones, el sentido del disco. Reflejar que en estos momentos que vivimos el amor está obligado a vivir en un contexto social desesperado me pareció que retrataba a la perfección la intención de las canciones.
En el disco hay trece temas, nos alegra ver trabajos tan extensos y bien realizados, en un tiempo que predomina los Eps y los singles ¿Cuánto tiempo te ha llevado componerlos y grabarlos? y ¿Por qué has decidido sacarlo en este formato?
-Es cierto que hoy día la música se consume cada vez más en pequeñas dosis y que es difícil encontrar el tiempo para sentarse a escuchar una obra entera, con su sentido, su intención. Es triste pero es lo que hay, aunque intente adaptarme a las nuevas formas de consumo sigo siendo un clásico en este sentido y me gusta crear obras completas para definir bien cómo y qué siento en un periodo concreto, etapas de la vida. En este disco hay una etapa larga, he estado gestando las canciones durante más de cuatro años, canciones que se iban a quedar en un cajón porque muchas de ellas cuando las hice ni siquiera contemplaba crear un proyecto ni ponerme a cantar en público yo solo.
Has contado con las colaboraciones de “Masi” y “JU” ¿por qué ellas y que han aportado a tus canciones?
Muchas veces cuando estoy componiendo tengo una sensación constante de que las canciones me piden cosas, como si ellas mismas reinaran sobre mis decisiones, en el caso de Barcos de Papel, escuchaba la canción una y otra vez y había algo que me faltaba y un día me me vino a la cabeza que una voz femenina era lo que le faltaba. Fue entonces cuando decidí preguntar a Masi si quería poner su voz. A Masi la descubrí por un cover que hizo de “La hoguera de los continentes” de La Raíz que encontré por casualidad en YouTube. Cuando la escuché me quedé alucinado con esa capacidad de transmitir, me erizó la piel, no dudé en ponerme en contacto con ella. Luego está la colaboración con Ju, con ella me pasó algo distinto, hace tiempo que la conozco, la escucho y la verdad, desde el primer momento me enamoré de su arte, es genial, sublime, una voz original y muy auténtica.
En la canción de “A voltes” quería que estuviera ella, no me vino a la cabeza nadie más, fue como si la canción la hubiera hecho para que cantáramos los dos.

Vienes de ser bajista en la Raíz, ¿qué te ha llevado a pasar a ser front man de tu propio grupo?
Soy músico y compositor, me gusta estar continuamente expresándome a través de la música y además soy bastante atrevido con todo lo que me gusta. Antes de ser bajista, fui trompetista en La Raíz y en aquel entonces ya había tenido algunas bandas tocando la guitarra y lo que hiciera falta. Siempre me ha gustado la música y siempre me gustará, me da igual el instrumento. Sí que es cierto que pasar a front man es un salto grande que todavía pienso que me viene grande pero no sé, no quiero quedarme con las ganas de hacerlo.
Tu gira “Inicios” pasara por 14 provincias, ¿Cómo serán estos conciertos?
Los primeros conciertos van a ser muy especiales, la banda y las canciones están preparadas para interpretarse en un formato eléctrico y con una intensidad bastante elevada pero en este caso he querido reducir al mínimo la esencia de las canciones sin que pierdan su fuerza, como un ejercicio interno para comprenderlas mejor y mostrarlas así, más desnudas. Decidí empezar con este formato porque quiero trazar lo mejor posible la trayectoria del proyecto, empezar poco a poco y que la gente que venga a vernos lo haga suyo. Empezar cantando las canciones de tú a tú, sin grandes tarimas ni luces, algo más íntimo para poder explicarlo mejor.